El paso del tiempo no disminuye el recuerdo de nuestra querida Milena.
¿En qué patios jugará ahora?
¿Qué aulas (no jaulas) le cobijarán y gozarán con sus travesuras y se iluminarán con su alegría?
Alguno muy lejano en lo físico, mas su presencia aún está con y junto a nosotros: quienes le quisimos, queremos y querremos.
Hasta pronto, querida Milena. El paso del tiempo no ha borrado tu presencia con nosotros, mas bien tu imagen se agiganta y acompaña donde estemos.
Deja un comentario