Querida Milena: el tiempo transcurre vertiginosamente y ya hemos llegado a otro día 11. Fatídica fecha que marca tu repentina partida desde el ámbito terrenal y a la vez señala también el día que volaste a iluminar el espacio celestial con tu eterna sonrisa.
Te recordamos el 7 de diciembre: tu Licenciatura, el año 2006, y a la vez el comienzo cierto de tu despedida.
Nos quedan muchos recuerdos, enseñanzas y testimonios de tu fe y amor a Dios. En especial tu hijo Ignacio, el que crece recordánte como una madre ejemplar.
¿Quién podría haber imaginado siquiera lo que vendría, el dolor en que nos dejaste sumidos y esa tremenda alegría de haber compartido y vivido con un ser excepcional como tú? Nadie, y recuerdo ahora la expresión: los caminos del Señor son inescrutables
Querida niña, tu imagen se agiganta con el tiempo. Lejos de olvidarte, cada vez estás más presente en nuestro corazón.
¿Cuántos meses, semanas , días, horas, segundos hace de aquelo. No importa, nos queda tu ejemplo de vida, tus enseñanzas y tu sonrisa eterna.
Querida Milena, vives en nuestros corazones y ocupas un lugar destacado en el recuerdo de todos los que te queremos.
Hasta pronto, querida Milena, recibe un beso dondequiera que estés, espacio al que no podemos aún, acceder.
Tu miss Chely.
Diciembre 11 de 2007.-
Revisando me di cuenta de que no hubo un recuerdo escrito el 11 de enero, lo realicé unos días antes porque no estuve en Santiago. No hubo infidelidad por los 270 días de tu partida, querida Milena: ¡uff cómo pasa el tiempo!
Milena siempre estarás en nuestros corazones.