Querida Milena, el tiempo (un viejo tópico) continúa avanzando, no detiene su paso y nos enseña así una verdad que no puede regresar atrás.
Sin embargo, quisimos estar allí contigo una tórrida tarde del 29 de febrero, pero nos faltó tu consejo asertivo, tu empatía y tu risa.
¡Cuánto sentimos tu ausencia!
Te buscamos por el último sendero que recorrimos junto a ti, en el cielo azul aún, en las puertas que se abren, y cierran puntualmente a las seis, en los cuidados prados carentes de flores y en el árbol que tiende caprichosamente sus ramas hacia ti, pero no estabas, sí tu nombre esculpido en mármol.
No obstante, el aire está henchido de tu esencia que nos devuelve con nostalgia a una vía que se pierde en medio del cerro acogedor de seres amados.
Nos acercamos así a 331 días de tu vuelo eterno.
Viaje realizado con una de tus amigas: Linda. Intentamos retenerte en ese mágico espacio con nosotras en UNA VISITA FÍSICA PARA UN REENCUENTRO ESPIRITUAL simbolizado en un corazón verde rodeado de flores lilas y amarillas.
Nuestro recuerdo emocionado vuela hacia la eternidad.
Qe Lindo Miss… no habìa leìdo esto…