Santiago, abril 11 de 2012.
Querida, Milena:
Hace ya cinco años debiste emprender el vuelo hacia dimensiones imposibles de alcanzar por nosotros, pero dejaste, pese a tu breve e intensa vida un valioso ejemplo vital que con el tiempo atesoramos y vemos reflejado en tu hijo Ignacio.
¿Qué decir cuando tu ausencia se nos hace más presente hoy? Quizás sólo un gracias, Milena, por tu sonrisa llena de esperanza y alegría que trasciende, por tu fuerza y empuje frente a la vida sin importar los obstáculos, por tu empatía, en fin , por tu amor y respeto a la vida.
Milena, estás en y con nosotros.
Un beso
Tu Miss Chely.
PD: te recordamos hoy con imágenes de un ayer muy cercano.
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