Santiago, octubre 16 de 2007.
Querida Milena, hoy sólo una petición: acoge y guía a mi primo Jorge por el camino que tú ya iniciaste.
Para él, el descanso eterno, para nosotros (su familia y amigos), el consuelo por la irreparable pérdida, prematura e inesperada.
Queridos Milena y Jorge: descansen en paz.
Deja un comentario