El tiempo transcurre con paso cansino, dejando tras de sí, ya largos mil noventa y tres días de tu prematura y repentina partida.
Creemos que aún estás entre nosotros. Sentimos tu presencia como si fuese ayer en que corrías, reías, aconsejabas y vivías como una adolescente que sueña con un mundo y en el cual se proyectaba.
Tu risa, cualidad trascendente, nos acompaña, guía e ilumina en nuestro cotidiano devenir.
Tenemos la certeza de que no has partido por completo de nuestro lado, sentimos tu presencia y eso reconforta, en parte, nuestro dolor.
Creemos que tu misión se ha ampliado a otros horizontes y esferas a las que no puede acceder nuestro humano entendimiento, sin embargo, nos queda la felicidad de haberte conocido y compartido un fragmento, de tu breve espacio de vida.
Querida MILENA, descansa en paz, tu paso entre nosotros marcó nuestra experiencia vital y por eso es que añoramos tu presencia.
Recibe un emocionado abrazo dondequiera que te encuentres y hasta donde nuestra humana capacidad no puede llegar.
Vaya un abrazo emocionado en este día especial en que llegaste a este mundo, apresuradamente, para partir pronto, dejando una huella que no olvidaremos.
Deja un comentario